La palabra GRACIAS tiene el poder de transformar nuestra salud,
felicidad, y el éxito. Es una palabra que la conocemos pero muy poco la
tenemos incorporada en nuestra vida.
La Biblia nos anima en
Efesios 5:20 “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el
nombre de nuestro Señor Jesucristo”, quiero compartir esta palabra
poderosa: gracias.
La palabra gracias tiene el poder de transformar
nuestra salud, felicidad, y el éxito. Es una palabra que la conocemos
pero muy poco la tenemos incorporada en nuestra vida.
Muchas
personas van por la vida con el sentimiento de ingratitud y se preguntan
¿agradecido de que? ¿De no tener dinero? ¿De no tener esposo u esposa?
¿De no tener trabajo? ¿De no tener salud? ¿Qué no me ascendieron en el
trabajo? ¿Qué no se dio el negocio? Y pare usted de contar las quejas,
los reclamos a las injusticias de la vida. ¿Por qué a mí? Este tipo de
personas viven reaccionando a todo y son esclavos de la ingratitud, son
presas de sus labios.
¿Cuántas veces agradecemos lo que somos y
lo que hemos vivido? ¿Cuántas veces solo nos enfocamos en lo que no
tengo? ¿Has valorado cada momento de la vida? ¿Has valorado a las
personas que tienes a tu lado? ¿Has pensado cuánto más amplia se ve la
vida desde el lente de la Gratitud? Una investigación demostró que la
gente agradecida es más feliz y tiene más probabilidades de mantener
relaciones fuertes y sanas. Una persona agradecida según el Instituto de
HeartMath, hace que su corazón funcione rítmicamente mejor, ayuda a
reducir la tensión y a sanarse físicamente. El ser agradecido trae
beneficios al cuerpo físicamente y emocionalmente.
Cuando usted
está agradecido usted llena su cuerpo y cerebro con emociones y
endorfinas que le elevan y estimulan favorablemente más que las hormonas
que producen tensión y agotamiento.
La gratitud y el aprecio son
esenciales para un ambiente familiar sano, e inclusive para el trabajo.
Las parejas se divorcian por la ingratitud, la infidelidad, el
desprecio, la gente deja sus empleos porque ellos no se sienten
apreciados, valorados, la mayoría de los problemas ocurren por la
ingratitud y eso viene desde los tiempos de Adán.
Muchos
desconocen el poder del agradecimiento, la palabra gracias puede hacer
la diferencia en la vida de uno o muchos. Necesitamos ser agradecidos
por la vida, ese regalo maravilloso de Dios, nuestra tarea es aprender a
vivir esa vida abundante que El diseño para cada uno. Cada día nos
ofrece un motivo para estar agradecido. Piensa por un momento en todas
las cosas que Dios te ha dado, puedes ver todo lo que él hizo en la cruz
para que tu y yo tengamos vida. Puedes ser agradecido porque ahora
estas leyendo, mientras que hay muchos que no ven, ni pueden leer.
Puedes ser agradecido porque ahora tienes acceso a internet mientras que
hay otros que no pueden ni tienen acceso a una computadora. ¿Puedes ser
agradecido?
La gratitud es una respuesta llena de amor, pero a
su vez es un músculo que mientras mas lo ejercitemos mas fuerte se
pondrá. Te enseñaré algunos tips para que practiques:
1.
Cada día tome los primeros 10 minutos al despertarse y agradezca a Dios
por todas y cada una de las bendiciones que él tiene para usted. Haga
su lista y de gracias a Dios por las cosas que quiera ver en su vida. Un
día de gratitud será un día de bendición.
2.
Establezca un tiempo de Acción de Gracias en su familia. El mejor
momento para hacerlo es durante una de las comidas donde todos puedan
estar reunidos. Conversen de las cosas por las cuales estén agradecidos.
Somos seres conversacionales, nuestras conversaciones generan acciones,
si hablamos con acciones de gracias cosecharemos grandes cosas.
3.
Exprese su gratitud a alguien en particular. Escriba un e-mail, una
carta, haga una llamada o realice una visita para expresar gratitud a
alguien de quién este agradecido. Esto ayudará a evitar o salir de la
depresión.
4. Agradezca a sus compañeros de trabajo,
a sus empleados, a todas las personas, valórelas y aprécielas, que toda
persona sepa lo agradecido que es usted. Ellos se van a recordar como
lo hiciste sentir.
Ser agradecido no es difícil, ni cuesta mucho,
es asunto de actitud. Comprométete a partir de hoy a ser una persona
agradecida. Hay mucho para agradecer, y yo culmino siendo agradecido.
Gracias
Dios por la salvación que me diste en Jesús tu hijo amado, también por
todo lo que me das en abundancia: salud, felicidad, prosperidad. Gracias
por las duras lecciones que me han ayudado a conocerme mejor y mejor
conocer a los otros.
Gracias por los fracasos vividos, eso me enseñó
la humildad, la obligación de jamás sentarme sobre mis laureles y la
necesidad de comprender el fracaso de los demás y ofrecerles la ayuda
que necesitan en eso momentos.
Gracias por todas esas ocasiones que se me presentaron para cultivar la paciencia, la tolerancia, y la esperanza.
Gracias
por las oportunidades que aproveché, las desgracias que evité, las
soluciones que encontré, los talentos que desarrollé, las victorias que
he obtenido, los días maravillosos que he vivido.
Gracias por mi
esposa, mis hijos, esa hermosa familia que tu me has dado, por mis
padres, los amigos que encontré, los maestros que me enseñaron, los
libros que he leído, los viajes que he realizado, las comidas que me han
deleitado, los juegos que he jugado, los deportes que he practicado.
Gracias por los paisajes que he admirado, el sol que me ha calentado, la luna que me ha alumbrado, el aire que he respirado.
Gracias
Dios por ser mi amigo y cuidarme a pesar de mis errores, por protegerme
a pesar de mis debilidades, amarme a pesar de mis defectos, y darme
soluciones a pesar de mis terquedades..
Gracias por la alegría de vivir, y vivir la vida al máximo.