lunes, 31 de diciembre de 2012

Aún está con nosotros


Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz…creed en la luz. Juan 12:35-36.

Estas palabras del Señor Jesús dan qué pensar. La posibilidad de acudir a él con fe no permanecerá siempre. En aquel entonces, su presencia personal en la tierra llegaba a su fin. Él había venido al mundo como “la luz”, para que todo aquel que cree en él “no permanezca en tinieblas”. Muchos le recibieron, pero la mayoría amó más “las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 12:46; 3:19). Él se disponía a dar su vida en la cruz del Gólgota para luego volver a Dios su Padre.

Lo que el Señor dijo nos recuerda que un día terminará la oportunidad para creer en él. Nuevamente ha transcurrido un año de nuestra vida; otra vez fue un año de gracia. El Evangelio, la Buena Nueva de la salvación en Cristo, pudo ser predicado a mucha gente. ¿Aún por cuánto tiempo durará esta oportunidad, en particular para usted, querido lector? Esta época también se acabará.

El Señor volverá para tomar a los suyos consigo y despertar a los que murieron creyendo en él. Entonces vendrá la noche, cuando “nadie” puede trabajar (Juan 9:4). En esas tinieblas morales se encuentran aún todos aquellos que no quisieron recibir a Cristo como Salvador y Señor.

En este año Dios habló muchas veces, ante todo por medio de su Palabra, pero también por medio de acontecimientos en la vida de cada uno, cuyo significado puede ser más o menos fácil de entender. Todavía es tiempo de aprovechar el último día de este año de gracia. ¡Acepte a Jesús como su Salvador ahora mismo! Mañana puede ser demasiado tarde.

Te daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi corazón y glorificaré tu nombre para siempre. Porque grande es tu misericordia para conmigo… 
Salmo 86:12, 13

lunes, 24 de diciembre de 2012

El Mejor Regalo de Navidad


Carlitos estaba sentado mirando la pequeña montaña de regalos que estaban cerca de la chimenea. Su madre entró y le dijo: En que piensas Carlitos?
Carlitos dijo…estaba pensando en cual de estos será el mejor regalo.
Carlitos- respondió su madre- el valor de los regalos no se mide ni por el tamaño, ni por el color, el precio o la simple envoltura, ni siquiera por la utilidad del mismo. El valor de un regalo se mide por el corazón.
Por el corazón, mami? Los regalos no tienen corazón.
Carlitos, los regalos si tienen corazón.
No mamí…mira-tomando un regalo lo puso en el oido y dijo- Mira mami, no se escuchan latidos.
Oh Carlitos. Los regalos si tienen corazón. Es el corazón de quién lo da, que se extiende hasta el regalo mismo. Cuando alguien te da un regalo, solo por compromiso o con motivaciones erradas, ese regalo llega a ti sin corazón. pero, cuando alguién te da un regalo con todo su corazón, ese palpitar viene al regalo y ese es el verdadero valor del mismo.
Carlitos sonrió y dijo: Uhhh, entonces tengo que volver a hacer otro regalo, porque el regalo que tengo para Rosita, no tiene corazón.
La madre sonrió y le dijo: Mirá, nunca un ser humano ha recibido un regalo de más valor que el regalo que Dios nos dió. Nos dió a su único hijo y nos lo dió con todo su corazón, para que tu ahora tuvieras tu corazón vivo y vibrante.
De verdad? preguntó Carlitos.
Seguro hijo. Por eso tienes que amar ese regalo con todo tu corazón, porque ese regalo trae el corazón de Dios. Vive con ese regalo y para ese regalo.
Si mamí-dijo Carlitos- Lo haré y salió corriendo para jugar con Rosita.
Has visto a Jesús como el más grande regalo para tu vida?
Vives para él y por él?
Este es un buen día para entender el corazón de Dios y tener el mejor regalo.
Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel. Isa 7:14
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El. Juan 3:16,17

martes, 11 de diciembre de 2012

Los Pilares de la Amistad

Al practicar la amistad he aprendido algunos principios, como los que señalo a continuación:

Memoria: Aunque hoy nos separe la distancia, debemos recordar siempre al amigo/a que en algún momento nos consoló, nos hospedó, nos animó... nos amó.

Prudencia: Debemos respetar el horario de nuestros amigos.No invadamos su privacidad, creyendo que el ser amigos nos da derecho absolutos sobre sus vidas.

Sinceridad: No hay verdadera amistad sin una confianza plena. Todo tiene que estar sobre la mesa. Yo creo en la amistad , a corazón abierto.

Humildad: Necesitamos la humildad para pedir perdón cada vez que nos equivoquemos.Necesitamos también amplitud de corazón para saber perdonar.

Generosidad: en la verdadera amistad no se busca recibir sino dar.Entre amigos entregamos nuestro tiempo, nuestro afecto, y nuestras oraciones. Colmado de felicidad o de sufrimiento, el corazón tiene necesidad de compartir.

Porque la alegría compartida es doble alegría, y el dolor compartido es la mitad del dolor.

Cuidemos de nuestras amistades; no las usemos.

Los amigos que se usan, se gastan; pero los amigos bien cuidados duran muchisimos años.

. . . creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. . . . 2 Pedro 3:18.