lunes, 18 de febrero de 2013

La Mariposa


Había un viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas. A, algunas de ellas, el padre sabía responder a otras no. Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mando a las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina.
El sabio siempre respondía todas las preguntas sin siquiera dudar. Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que el no sabría responder. Entonces, una de ellas apareció con una linda Mariposa Azul que usaría para engañar al sabio.
-”¿Qué vas a hacer?” preguntó la hermana,
-”Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si esta viva o muerta”. Si el dijese que esta muerta abriré mis manos y la dejaré volar, si dice que esta viva la apretaré y la aplastaré”.
Y así cualquiera que sea su respuesta, sería una respuesta equivocada!.
Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.
“Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio, esta viva o muerta?
Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió
“Depende de ti ….. Ella esta en tus manos”
Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falle, somos responsable por aquello que conquistamos (o no conquistamos).
Nuestra vida esta en nuestras manos, como la mariposa azul….. Nos toca a nosotros escoger que hacer con ella.
Colosenses 3:23
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no á los hombres”
Filipenses 1:9
“Que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, Para que discernáis lo mejor;”
Proverbios 9:10
“El temor del Eterno es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia”
Proverbios 9:8-9
“Corrige al sabio, y te amará. Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber”

domingo, 3 de febrero de 2013

¿A quién intentas agradar hoy?

Una vez, un joven estudió violín con un maestro de renombre mundial. Trabajó arduo durante varios años para perfeccionar su talento y al fin llegó el día cuando se le pidió que diera su primer importante recital en público, en la gran ciudad donde vivían ambos, él y su maestro.

Luego de cada selección que él presentaba con gran habilidad y pasión, el violinista parecía receloso ante los grandes aplausos que recibía, aun sabiendo que aquellos en la audiencia eran astutos en la música y no dados a aplaudir presentación alguna que no fuera de calidad superior. El joven actuaba como si no pudiera escuchar el aprecio que era derramado sobre él.

En el cierre del último número, los aplausos fueron estruendosos y se escucharon numerosos Bravos. No obstante, el talentoso joven violinista tenía sus ojos fijos en un solo lugar. Al fin, cuando un anciano en la primera fila del balcón sonrió y asintió con su cabeza en señal de aprobación, el joven se calmó y brilló con alivio y gozo.

¡Su maestro había alabado su trabajo! Los aplausos de miles no significaron nada hasta que él ganó la aprobación del maestro.
¿A quién intentas agradar hoy? Nunca podrás agradar a todos, decide agradar a Aquel que es más importante, tu Padre Dios. Mantén tus ojos en él y no fracasarás.

" Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo."           Galatas 1:10