“Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto.”
¿Qué tipo de fruto das en tu vida? ¿Eres alguien que es conocido por las buenas cosas que ven en ti? ¿Eres admirado e imitado por los demás debido a que todo lo que haces, refleja que vives para agradar a Dios?
La única forma de saber cómo es una persona, es viendo lo que produce. Alguna vez escuche un dicho que decía: “Yo soy lo que como”. Esto me causo mucha gracia, ya que es un poco de cierto. Si comes únicamente comida chatarra y llena de grasa, se evidenciara en todas y cada una de tus arterias y especialmente en tu pancita. Si eres alguien que come de forma saludable y cuida su alimentación, se notara.
Lo mismo pasa con la vida de alguien que tiene una relación estrecha con Dios. ¡Se le nota por el tipo de vida que lleva! Lo que introduce en su vida y corazón, será lo que se notara en su exterior! Todo lo que hace se ve reflejado en la clase de relación que tiene con Jesús.
Si un árbol da buen fruto, todas las personas querrán comer de lo que produce, ¿no es cierto? ¿Te gustaría comer manzanas de un árbol que las produce dulces y deliciosas o de uno que solo produce manzanas podridas? Obviamente de las dulces y ricas! ¿Crees tú que Dios bendice y honra Sus hijos que dan buen fruto? ¡Siempre lo hace!
Revisa hoy que tipo de árbol eres. Examina tu corazón y comienza a decidir dar un fruto que honre a Dios en todo momento. Para realmente ser llamado un verdadero hijo de Dios, debes de producir un fruto ¡excelente! ¡Se tiene que notar el fruto que tienes!