martes, 16 de agosto de 2011

La Felicidad en el Hogar


yo y mi casa serviremos al Señor” (Josué 24:15).

“tan importante como puedan ser sus obligaciones como médico, abogado o líder de negocios, también lo son su relación con su cónyuge, sus hijos y los integrantes de su familia. En el fin de su vida, usted no lamentará por no haber hecho un examen clínico, ni por no haber logrado éxito en una causa jurídica, y ni por no haber conseguido hacer cierto negocio, pero lamentará no haber pasado más tiempo con su cónyuge, sus hijos y Familia.”

Nuestra familia es lo más importante en este mundo. Cuando no existe unión y amor en la relación, todo se pone difícil para todos sus participantes. Pero Si hay paz en nuestra casa, si hay armonía y comprensión, si existe una buena relación de amor, sea cual sea nuestra actividad profesional, alcanzaremos éxito y seremos felices.

Y lo más importante en cada relación es colocar a Jesús en primer lugar en nuestra casa. Cuando toda la familia sirve a Dios, aun cuando las opiniones, a veces, sean confrontantes, nada sacará la paz del hogar y el amor del Señor promoverá siempre el arreglo y el entendimiento, haciendo que los días sean siempre llenos de grandes bendiciones y dicha.

Muchas veces dedicamos casi todo nuestro tiempo para la vida profesional. Queremos ser exitosos y no medimos esfuerzos para alcanzar nuestros propósitos. Y, casi siempre, al actuar de esta manera, dejamos a Dios y nuestra familia en segundo plano. Aun cuando alcancemos éxito, difícilmente encontraremos la completa felicidad.

¿Queremos ser victoriosos en nuestra vida profesional?

¿Queremos, al final de la jornada, mirar para detrás y sonreír de satisfacción? Unamos entonces nuestros corazones a nuestros queridos en el hogar y, juntos, busquemos las bendiciones de Dios. Con toda certeza, no habrá ningún motivo de lamentación al final de nuestras vidas.

Atte. Cmvida reflexiones