Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad
entre tanto que tenéis luz…creed en la luz. Juan 12:35-36.
Estas palabras del Señor Jesús dan qué pensar. La posibilidad de acudir a él con fe no permanecerá siempre. En aquel entonces, su presencia personal en la tierra llegaba a su fin. Él había venido al mundo como “la luz”, para que todo aquel que cree en él “no permanezca en tinieblas”. Muchos le recibieron, pero la mayoría amó más “las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 12:46; 3:19). Él se disponía a dar su vida en la cruz del Gólgota para luego volver a Dios su Padre.
Lo que el Señor dijo nos recuerda que un día terminará la oportunidad para creer en él. Nuevamente ha transcurrido un año de nuestra vida; otra vez fue un año de gracia. El Evangelio, la Buena Nueva de la salvación en Cristo, pudo ser predicado a mucha gente. ¿Aún por cuánto tiempo durará esta oportunidad, en particular para usted, querido lector? Esta época también se acabará.
El Señor volverá para tomar a los suyos consigo y despertar a los que murieron creyendo en él. Entonces vendrá la noche, cuando “nadie” puede trabajar (Juan 9:4). En esas tinieblas morales se encuentran aún todos aquellos que no quisieron recibir a Cristo como Salvador y Señor.
En este año Dios habló muchas veces, ante todo por medio de su Palabra, pero también por medio de acontecimientos en la vida de cada uno, cuyo significado puede ser más o menos fácil de entender. Todavía es tiempo de aprovechar el último día de este año de gracia. ¡Acepte a Jesús como su Salvador ahora mismo! Mañana puede ser demasiado tarde.
Te daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi corazón y glorificaré tu nombre para siempre. Porque grande es tu misericordia para conmigo… Salmo 86:12, 13
Estas palabras del Señor Jesús dan qué pensar. La posibilidad de acudir a él con fe no permanecerá siempre. En aquel entonces, su presencia personal en la tierra llegaba a su fin. Él había venido al mundo como “la luz”, para que todo aquel que cree en él “no permanezca en tinieblas”. Muchos le recibieron, pero la mayoría amó más “las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 12:46; 3:19). Él se disponía a dar su vida en la cruz del Gólgota para luego volver a Dios su Padre.
Lo que el Señor dijo nos recuerda que un día terminará la oportunidad para creer en él. Nuevamente ha transcurrido un año de nuestra vida; otra vez fue un año de gracia. El Evangelio, la Buena Nueva de la salvación en Cristo, pudo ser predicado a mucha gente. ¿Aún por cuánto tiempo durará esta oportunidad, en particular para usted, querido lector? Esta época también se acabará.
El Señor volverá para tomar a los suyos consigo y despertar a los que murieron creyendo en él. Entonces vendrá la noche, cuando “nadie” puede trabajar (Juan 9:4). En esas tinieblas morales se encuentran aún todos aquellos que no quisieron recibir a Cristo como Salvador y Señor.
En este año Dios habló muchas veces, ante todo por medio de su Palabra, pero también por medio de acontecimientos en la vida de cada uno, cuyo significado puede ser más o menos fácil de entender. Todavía es tiempo de aprovechar el último día de este año de gracia. ¡Acepte a Jesús como su Salvador ahora mismo! Mañana puede ser demasiado tarde.
Te daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi corazón y glorificaré tu nombre para siempre. Porque grande es tu misericordia para conmigo… Salmo 86:12, 13